Orizaba Pide Obispo apoyar a los vendedores ambulantes

Pide Obispo apoyar a los vendedores ambulantes

Los llama a consensuar para ver qué tan
necesario es el cobro del nuevo impuesto

Lunes, 07 Febrero 2011

Julieta Zambrano
EL MUNDO DE ORIZABA

El obispo Marcelino Hernández Rodríguez pidió a las autoridades municipales apoyar a los comerciantes, que trabajan todo el día para ganar unos cuantos centavos.

Las autoridades municipales y los comerciantes deben tener un consenso para determinar qué tan necesario es el cobro del nuevo impuesto para vender en las calles de toda la ciudad y cuánto es lo justo, consideró.
Aclaró no conocer a fondo el origen del cobro del nuevo impuesto, pero confía que habrá una solución en beneficio de quien menos tiene.

“No me he informado lo suficiente para saber el por qué de la urgencia para cobrar un nuevo impuesto a los vendedores, generalmente son personas que van al día y con ganancias mínimas. Me duele eso, porque quizá son personas a las que no deberíamos quitarles, sino ayudarles a conseguir mejor calidad de vida”, comentó.
Probablemente haya algún motivo que lleve a las autoridades a cobrar ese gravamen a los comerciantes, dijo, pero no lo entiende, más aún cuando la actual administración y la pasada se ha mostrado sensible a servir a la comunidad.

De las manifestaciones realizadas, el Obispo aseveró, es un derecho de la población y debe servir para entablar un diálogo con respeto entre ambas partes.

“Los inconformes en las reuniones deben dar sus argumentos para no aceptar el impuesto, y las autoridades también explicar la razón del impuesto, el diálogo será el éxito de un buen acuerdo”.
A las autoridades en especial les señaló: “Espero que sean abiertos para escuchar, no sea que apliquen algo muy gravoso para las personas necesitadas, pues por otro lado tendrían que ofrecer apoyo porque esas personas deben de comer, no debemos olvidar que ellos trabajan para sus familias”.

Y es que los vendedores de comida trabajan todo el día, reconoció, primero en comprar su materia prima, después para elaborar el producto y finalmente salir a las calles para vender y ganarse unos cuantos centavos.