MUJERES VALIENTES
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Laura Fernández-Montesinos Salamanca
Siete de febrero 2011. Marcha en Orizaba, Ver., de los comerciantes ambulantes contra el injusto edicto de cobro de tasas por uso de la vía pública para actividad comercial, su única forma de vida, en su pobreza, ante la falta absoluta de empleos, con la que obtienen una mínima remuneración para afrontar salud y enfermedad, pues carecen, incluso, de derecho a contar con servicios de salud. En estas condiciones, el Sr. Hugo Chahín Maluli, que acaba de ocupar la silla presidencial de una ciudad tan humilde, tiene ya que lidiar con el repudio popular y con marchas contra sus arbitrarios abusos a los trabajadores honrados a los que se niega toda protección legal y laboral. Con justicia rezaban los carteles colgados del Parque Castillo, recordándole que “fueron los pobres quienes lo llevaron al poder”. “Que se le imponga el sueldo mínimo, para que sepa lo que se siente”.
En cambio, cuando son grandes empresas las que acuden a ubicarse en esta región tropical, inmersa en los alrededores de un Parque Nacional totalmente descuidado y desprotegido por la ignorancia y la desidia de los munícipes, otorgan permisos de dudosa legalidad, permitiendo al mismo tiempo la excepción de impuestos, con el agravante de poder saltarse la legislación laboral a la torera, pagando sueldos de miseria a la enorme cantidad de aspirantes, que resisten las penosas condiciones de trabajo con tal de obtener cualquier tipo de ingreso. De esta manera se está orillando la población a migrar a Estados Unidos y Europa y a aceptar propuestas para dedicarse al bandidaje y al crimen organizado. Tal parece que no escarmientan: los servidores públicos de este país pretenden liquidar a los honrados trabajadores y favorecen a los delincuentes y grandes consorcios foráneos y por supuesto a sus propios intereses.
Es una de las cuentas pendientes que el mismo Chahín Maluli tiene con sus propios empleados. A decir de uno de ellos, y cuyo nombre se omite por obvias razones, cuando en alguna ocasión le solicitaron aumento de sueldo, se negó rotundamente, agregando en tono altanero y prepotente que al que no le gustase, podía irse.
En estos términos no es de extrañar que haya existido una denuncia por agresión a una joven mujer que reiteradamente negó a la prensa. Seguida y curiosamente aparecieron espectaculares en los que el Sr. Chahín aparecía sonriente con un grupo de niños, mismo recurso que se usó para tratar de aliviar el enorme desprestigio de Mario Marín en Puebla, por canalla, corrupto y encubridor de pederastas millonarios.
Tampoco es de extrañar que quiera acabar con la clase trabajadora, pobres “nacos” “que afean la ciudad”, impidiéndoles incluso el auto-empleo a cambio de la construcción de centros comerciales que exploten a la ciudadanía, pero den una mejor imagen de una ciudad tradicionalmente obrera. La otra realidad es que, al parecer, el Sr. Díez dejó tan endeudado al municipio, que ahora están tratando de sacar recursos hasta de debajo de las piedras. Y sin embargo los munícipes con alto poder adquisitivo no son capaces de sacar un peso de sus bolsas, es más rentable explotar a quién se deje.
La marcha se desarrolló por las calles centrales de la ciudad, durante aproximadamente dos horas, en un ambiente distendido, ordenado y pacífico.
Digno de destacar el papel de los esbirros del Sr. Presidente. Policías que apuntaban en libretas cuanto se decía y se escribía sobre él. Grababan en sus celulares (Porque al parecer ni una cámara les habían proporcionado) cuanto les parecía interesante, y a quienes les podríamos parecer interesantes, quizás dignos de un escarmiento. No en vano el líder de los ambulantes, Gaudencio Brito Flores, al parecer, ya ha sido amenazado: “Acabando contigo se acaba el movimiento”.
Se trató incluso de romper la manifestación a la mitad del camino. Un grupo de policías armados, uno de ellos con dos armas largas -¿Símbolo de la represión?- alegaban que había que despejar el camino para el paso de una ambulancia. Hipotética, por supuesto, por lo que siguieron el curso de la marcha fotografiando y video- grabando.
El Sr. Hugo Chahín habría de recapacitar y dejar de extorsionar a los trabajadores honrados. En lugar de eso, y si su idea es la de “embellecer” a la ciudad, debería proporcionarles un espacio de trabajo decente y suficiente, servicios públicos como el de sanidad, así como reparar el vil y paupérrimo pseudo-mercado cerritos, donde se dieron el lujo de encerrar miserablemente a los comerciantes de productos perecederos y que laboran en penosas condiciones, sin higiene ni techumbre. De no ser así, la violencia y la miseria seguirá in-crescendo, y ellos pasarán a la historia como los tiranos dictadores que demuestran ser. laurafdez27@hotmail.com
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