miércoles, 9 de febrero de 2011

UNA MIRADA AL MUNDO


plaza Tahrir  El Cairo

UNA MIRADA AL MUNDO    


Laura Fdez-Montesinos Salamanca

      Bien reza el refrán: “Cuando las barbas de tu vecino veas pelar, pon las tuyas a remojar”.
      Estamos viviendo una nueva etapa histórica, propiciada por la revolución tecnológica de la comunicación, con la que se auspician movimientos sociales y se desarman regímenes tiránicos, en un intento por recuperar la libertad perdida ante el poder de los gobiernos occidentales, que han sometido a los diferentes pueblos que conforman la Tierra, principalmente desde la instauración del acérrimo sistema económico del libre cambio y la avaricia del capitalismo.
      El establecimiento de dictaduras por parte de los países dominantes sobre los denominados “pobres o subdesarrollados” a pesar de sus valiosos recursos naturales, ha sido controlado por Estados Unidos y Europa, y en estos momentos de turbulencia mundial se encuentran en una encrucijada mayúscula, pues la caída de los dictadores de Túnez y Egipto, supondrá para ellos la pérdida de los ingentes beneficios de los que se venían nutriendo para enriquecerse a costa del saqueo de los recursos y de la mano de obra barata de la población sometida.
      El ejemplo que Túnez ha supuesto para el mundo, con una revolución pacífica que en unos diez días ha dado al traste con la dictadura de un aliado de ambas potencias, es un riesgo patente para ellas, pues de momento sólo está arrastrando a los países árabes, lo cual de por sí es una catástrofe para las aspiraciones imperialistas, pero será un revés terrible cuando el ejemplo cunda en América Latina y el resto de Asia y de África.
      Hay que recordar que tras el reparto del mundo una vez concluidas la primera y segunda guerra mundial, se impusieron dictadores: Idi Amín en Uganda, Pinochet, Videla, Strossner y el resto de países latino-americanos, Sadam Hussein, El Shah de Irán; se perpetraron genocidios contra indígenas y aborígenes como los australianos, bosquimanos en el sur de África, Kikuyu y Masais en Kenia, guerras civiles en Ruanda y Burundi, se impuso el artificial Estado de Israel, premeditado por el Mossad desde años antes de la guerra, y un interminable etcétera incluyendo las silenciosas y progresivas matanzas contra indígenas mexicanos y la demolición de todos sus derechos.
     Abolida la esclavitud, se hacía necesario cambiar de nombre al abuso para que el cobre de Chile, el petróleo africano, asiático y americano, los diamantes, el oro y los metales superconductores africanos, siguieran construyendo el “mundo civilizado” aún a costa de la muerte sangrienta y por inanición de miles de esclavos modernos en minas, pozos petroleros y desiertos fronterizos, con la complacencia de los gobiernos por ellos impuestos o permitidos.  
      La nueva marcha inició con el auge de la izquierda en Latino América, un azote para sus planes económicos y la facilidad para obtener recursos y mano de obra barata. Unidos al persistente Castro, Lula, Correa, Kirchner, Lagos, Bachelet, Morales y Chávez se negaron a seguir sirviendo al imperialismo y usar los recursos en construir sus propios países, liberándose del yugo. Túnez ha plantado cara a sus dueños, y Egipto, Yemen, Argelia y Jordania, siguen sus pasos. Es muy probable que la mecha se extienda al resto de países magrebíes y árabes. En México la explosión está empezando a calar en todas las clases con las que han dividido a este pueblo. Por doquier se emplaza a manifestaciones para detener el alza indiscriminada a los precios, a los impuestos ilegales, excesivos o injustos, se hacen paros y marchas. Y tras el colapso de Túnez y Egipto, Estados Unidos, Israel y Europa deben poner sus barbas a remojar.
      La revolución ciberespacial e internaútica inició de forma espontánea en España –posiblemente la primera- tras los atentados del el 11 de marzo de 2004, cuando al-Qaeda atentó en el tren de cercanías de Madrid. El gobierno conservador de José María Aznar trató de manipular la información culpando a ETA, el grupo separatista vasco. Cuando la verdad salió a la luz, una ola de protestas cundieron las calles, reprochando el antidemocrático proceder de Aznar, por su empeño, a pesar de la oposición del pueblo español, de apoyar la guerra Estado-Unidense por el petróleo de Irak, y derrocar a un Sadam Hussein que ya no les obedecía. Miles de mensajes se transmitieron vía celular, pidiendo salir a votar en las elecciones que tendrían lugar a pocos días, para derrocar al partido en el poder. Se logró.
      En Túnez también se hizo. La Revolución de los Jazmines o del “Facebook” por la masiva convocatoria por este medio, ha cundido en todo el mundo. Por dicha razón en Egipto se canceló el servicio celular e Internet, y los israelíes han prohibido a los menores de cincuenta años, rezar en las plazas de las mezquitas.
     Pero ¿Cómo es posible que en estos países se produzcan revoluciones sociales con tanto éxito? La respuesta es fácil: Túnez está posicionado en el número 17 en cuanto a calidad educativa. México está a la cola, sólo superado a la baja por Namibia, país africano en su mayor parte desértico, habitado por tribus de bosquimanos con una forma de vida milenaria. ¿Es posible una solución para México? ¿Qué se levante el pueblo? ¿Cuáles serían las demandas para resolver un problema que ha llevado a este país a padecer la peor crisis de su historia? Túnez es el ejemplo: Reacción. Contra la violencia, la injusticia, los abusos indiscriminados contra la población, contra las alzas consecutivas de impuestos y precios a los productos de primera necesidad. El despertar del pueblo de México significa entrar en acción.  
      Algunas de las exigencias que deben hacerse al gobierno para aliviar esta situación extrema, y que ya muchos solicitan por las redes sociales y mensajes electrónicos, se detallan a continuación. Si el pueblo de México reacciona, dejará de ser una utopía:

1.- Exigir el cese inmediato de la violencia, repliegue del ejército, y el establecimiento del Estado de Derecho y la Paz, por medio de una democracia auténtica, que a su vez suponga sanear totalmente, con nuevos y jóvenes elementos, a las instituciones gubernamentales como el IFE, que quedarían bajo la vigilancia de asociaciones civiles y ciudadanas sin filiación partidista alguna. El gobierno no ha comprendido que la violencia no se combate con violencia. Que los jóvenes no tendrían necesidad de iniciarse en el “narco” si tuviesen un empleo con una remuneración decente, sus derechos garantizados y servicios de calidad.
      Por supuesto, la recuperación del mercado laboral y la producción interna es indispensable.
2.- El total abandono en que se tiene al sector primario, la agricultura principalmente, ha socavado el país. Si se prestara la atención debida al campo, si se recuperara su producción, el nivel de ingresos y el número de empleos aumentaría. Campesinos, ingenieros agrónomos, transportistas, envasadores, fabricantes de fertilizantes y plaguicidas – siempre ecológicos- biólogos, entomólogos, investigadores del sector, y un largo etcétera. Las importaciones por favoritismo y presiones, en ocasiones de productos contaminados o transgénicos, habrían de abandonarse, y se abastecerían los mercados a precios razonables. Desde luego habría que alentar el consumo nacional sobre el importado. Sería un apoyo ingente para el medio ambiente el establecimiento paralelo de programas de autoabastecimiento energético, aprovechamiento y saneamiento del agua.
3.- Debe ser exigencia inmediata la reducción drástica y permanente del alza indiscriminada de combustibles, que encarecen la vida y aumentan la miseria, así como la derogación de los impuestos ilegales que llevan décadas prometiendo abandonar, como la Tenencia. También el injusto 2% al salario, el de los depósitos en efectivo, y la reducción del IVA e ISR, que afecta gravemente a las empresas e impide la generación de empleos. El problema no es la captación de impuestos, sino la deficiente gestión. Aunado a esto, los altos funcionarios públicos deben reducir sus salarios al 50% y prohibirles sus beneficios como el seguro de sanidad privado, cuando miles de mexicanos no tienen acceso a ningún servicio de salud, además de otros muchos de los privilegios que suponen una ofensa para la pobreza del pueblo de México. El Estado debe garantizar la gratuidad, universalidad y calidad en la salud, y la gratuidad de los medicamentos para los que carezcan de recursos. Las pensiones por vejez, viudedad, enfermedad y accidente, así como seguro de desempleo. De esta manera los gobernantes se verían obligados a trabajar por ideas productivas y generadoras de empleo, lo que impactaría positivamente en la economía, la recaudación de impuestos, la pacificación.
4.- Nada de esto sin embargo, cristalizaría sin hacer énfasis en la mejorar educativa. Debe exigirse un compromiso tácito e impostergable de elevar la calidad en la educación pública y retirar la propuesta de disminución a los presupuestos. En su lugar, aumentar el mismo tanto por ciento a todos los niveles educativos. Implementar programas de capacitación a profesores, cumplimiento de las metas educativas muy por encima de los ínfimos valores básicos actuales. Mejora y ampliación de los programas educativos, readmitiendo aquellas materias que se eliminaron arbitrariamente como la filosofía y la historia, y el civismo en primaria. Exigir de los maestros y profesores vocación educacional. Detener de inmediato la venta y asignación de plazas. Castigo a aquellos elementos que no cumplen con los requisitos establecidos, con el compromiso o con las habilidades requeridas, en todos los niveles educativos. 
      La educación debe ser obligatoria, gratuita y universal. Uniformes, útiles y transporte subsidiados para familias de escasos recursos, o situaciones como viudedad, desempleo, pensionados, distancia del centro escolar mayor a veinte minutos caminando, o alguna otra que impida el desempeño del estudiante.
5.- Para que esto funcione, los puestos vitalicios en los sindicatos deben derogarse y organizarse con los trabajadores del sector, independientemente de sus ideas políticas garantizando la efectiva defensa de los derechos, sin representación alguna de partido entre sus candidatos. Puestos rotativos por elección libre y secreta de sus agremiados, según capacidades y liderazgo.
     De la misma manera, coaptar la expansión de la corrupción con el establecimiento de institutos independientes del gobierno y sin filiación política, para el estudio y análisis de la situación laboral del país que fomente la creación de empleos, oficina de recepción de solicitudes y ofertas de empleo y colocación.
     Independizar así mismo a aquellas instituciones que deben ser ajenas al poder, tales como la justicia, la sanidad, la educación, la cultura, sin que el gobierno pudiera ejercer injerencia o coacción alguna sobre ellas.
6.- Es indispensable también, controlar la fórmula comunicativa y alienante de la televisión en México, sin menoscabo de los medios impresos aliados con el poder. Para ellos podría crearse un instituto de telecomunicaciones independiente, que garantice un contenido de calidad e imparcialidad, aval del derecho de réplica que debe existir en toda democracia. Ante los abusos cometidos por Televisa, TV. Azteca y otros medios de comunicación, este instituto debería contar con atribuciones amplias para sancionar y revocar sus concesiones, y que su titular sea electo en las elecciones federales, que garantice su independencia.
7.- Impedir el abuso de la bolsa, la empresa privada y rechazar tácitamente el rescate de la banca privada y las empresas extranjeras. Si quiebran, que coloquen a todos sus empleados y paguen un subsidio de desempleo, e indemnizarlos sin cargo al Estado. Debería ser ley constitucional.
8.- Exigir el saneamiento del agua, para poder recibir el líquido potable en las casas. Que se cumpla la ley ambiental, retirando de las vías públicas el transporte contaminante, y utilizar los muchos recursos de este país en investigación y aplicación de medios limpios, como los vehículos solares, eléctricos, o por imanes, abandonando esa ridícula idea de los biocombustibles, que ya han producido una crisis en algunos alimentos en ciertas partes del mundo. Esta actividad sería generadora también, de gran cantidad de empleos, y por ende, beneficioso para las arcas del Estado. Mejoraría la calidad de vida, y provocaría menos trastornos y gastos a los servicios de salud. Todas las empresas, deben ser conscientes y aplicar las medidas necesarias- sin favoritismos- para reducir drásticamente sus emisiones.
9.- Debe existir la posibilidad de remoción a los servidores públicos ineficientes o corruptos. 
      No es un utopía: Túnez y Egipto lo han demostrado.
laurafdez27@hotmail.com           

1 comentario:

  1. Excelente pero esto en México es muy difícil que se dé, ya que la mayoría de compatriotas tiende al servilismo; ya sea por miedo o comodidad. Levanta la voz uno y todos dicen que está bien que basta ya de tantas arbitrariedades, y se hacen diversos comentarios tan solo para demostrar que estamos bien informados. Pero la realidad es otra porque dejan solo al que levantó la voz, ya que prefieren rendir pleitesía a los "grandes señores" y de esta manera según ellos quedan bien con Dios y con el diablo. Con el debido respeto para quienes pensamos y actuamos de otra manera.

    ResponderEliminar